Soy activista comunitaria y recibí capacitación a través de ICRH-M.
Hago trabajo de movilización, de concienciación, sobre el aborto seguro. Es importante que la comunidad tenga información, en lugar de someterse a abortos inseguros. Algunas mujeres se introducían diversos tipos de metales y tomaban plantas medicinales para interrumpir el embarazo. Y más tarde, cuando esa persona se casaba, podía descubrir que tenía problemas de fertilidad y no podía concebir.
Aprovecho al máximo cada momento que voy al campo.
Quise implicarme porque he visto el daño que causa el aborto inseguro. Era algo que me dolía en el corazón porque muchas familias perdían a seres queridos. La gente, por falta de información, hacía lo que creía mejor, pero se perdían vidas.
Al principio, hablar del aborto causaba revuelo. La gente lo asociaba con cosas como la brujería. Pero a medida que realizábamos cursos de formación, la gente empezó a darse cuenta de que queríamos ayudar a eliminar esos tabúes. Queríamos ayudar a la gente a informarse y que supieran que es posible abortar sin riesgos.
Hacemos lo que podemos para salvar vidas.
Cuando empecé a trabajar como voluntario, daba discursos a las personas que asistían a las iglesias. Yo también soy cristiano. Sé que en las iglesias existía ese tabú, esa idea de que ninguna persona religiosa debía abortar.
Pero en la congregación había muchas jóvenes que abortaban en condiciones de riesgo, aunque fueran religiosas. Era una forma de abordar la conversación -la propia religión dice que lo que más vale es la vida- sobre cómo podemos salvar vidas en lugar de dejar morir a la gente.
Cuando hay 50 personas, no todas van a estar de acuerdo contigo. Pero el número de pastores que me apoyan está creciendo, incluso hay algunos que me invitan, que me dicen «este domingo, cuando estés libre, ven a dar esa charla tuya a mi congregación». Esto me da fuerzas. Veo que algunos pastores, aunque no me escucharan, no me despreciaban. Así que ahora me he dado cuenta de que es importante, porque estamos salvando vidas.
Entrevista con Lávio, activista comunitario del ICRH-M, socio donatario del SAAF .