Cómo apoyar a personas que cuentan sus historias de aborto  

Las historias personales sobre el aborto pueden ser muy poderosas. Contar historias sobre el aborto nos ayuda a ver que los abortos son habituales y algo que la gente real vive cada día. Compartir experiencias de aborto en los medios de comunicación y en los espacios de incidencia aporta una realidad sobre el aborto a un debate que a menudo es abstracto.  

Aunque compartir historias de aborto puede ser una forma de inspirar solidaridad y empatía, también puede entrañar riesgos. El estigma alrededor del aborto está muy extendido en todo el mundo, y quienes hablan de haber abortado pueden enfrentarse a reacciones violentas y, a veces, a abusos. En algunos contextos, una persona que comparte su experiencia de aborto puede correr el riesgo de ser procesada penalmente o de ser condenada al ostracismo por una comunidad.  

¿Cómo podemos asegurarnos de que, cuando compartimos historias sobre el aborto, lo hacemos de forma impactante, pero también ética?  

¿Por qué compartir historias sobre el aborto?  

Las investigaciones han demostrado que las historias son hasta 22 veces más memorables que los hechos o las cifras por sí solas. Los relatos personales de los daños causados por las restricciones al aborto pueden ayudar a cambiar los corazones y las mentes. Y en un mundo en el que hay tanta desinformación y estigma en torno al aborto, es poderoso escuchar a las mujeres y a otras personas que abortan. Escuchar estas historias en los medios de comunicación puede ayudarnos a relacionarnos y a saber que no estamos solas.  

Contar una historia de aborto puede ser una oportunidad para corregir la desinformación sobre el procedimiento, e incluso sobre quién aborta. Un estudio estadounidense sobre el aborto en televisión descubrió que «la realidad demográfica de quién aborta sigue estando mal representada en la pantalla, con mujeres blancas de clase media, ricas, notablemente más jóvenes y sin hijos, que constituyen la mayoría de los personajes que abortan». Contando historias reales tenemos la oportunidad de compartir una serie de experiencias más diversas sobre el aborto.  

También podemos aportar algunos matices. Con demasiada frecuencia, el tema del aborto se convierte en un debate. Los grupos antiaborto quieren presentar el aborto como peligroso y perjudicial para las mujeres y, a su vez, las personas que apoyamos el aborto queremos demostrar que es seguro y conduce a muchos resultados positivos. Sin embargo, esto puede dejar poco espacio para las complicadas realidades de la toma de decisiones sobre el embarazo. Compartir historias reales puede ayudar a mostrar que las experiencias de aborto son diversas, a veces dolorosas, y pueden suscitar toda una serie de emociones. Y que eso está bien.  

Cómo apoyar a las personas que deciden contar sus historias de aborto  

Las entrevistas con personas que cuentan sus historias sobre el aborto revelaron que el 53% de ellos habían tenido experiencias tanto positivas como negativas después de compartir sus historias. Quienes apoyamos a estas personas debemos saber que no podemos erradicar el riesgo por completo, pero debemos intentar reducir la posibilidad de repercusiones negativas. Compartir tu propia experiencia de aborto es diferente a compartir la de otra persona. La persona que comparte su historia necesita apoyo antes, durante y después de contar su experiencia.  

  • Confidencialidad  

Hablar sobre el aborto es un acto de valentía. Muchas personas deciden hacerlo porque quieren aprovechar el poder de su experiencia. Pero quienes trabajamos con organizaciones que publican estas historias tenemos el deber de brindar apoyo y cuidado. Asegurense de que quienes comparten sus historias tienen la oportunidad de hablar en profundidad sobre con qué se sienten cómodas/os en cuanto a compartir su nombre real, su imagen u otra información identificativa. Si las personas no quieren ser identificables, piensen en formas creativas de compartir sus historias; por ejemplo, este proyecto creó un retrato robot de las experiencias de mujeres jóvenes de Zambia.  

  • Salvaguardar  

¿Cómo trabajan para reducir las posibles reacciones negativas de las personas que cuentan sus historias? Si organizan un evento en línea o presencial, piensen detenidamente en cómo investigar a los asistentes, y consideren cómo moderarán las preguntas y los comentarios. Si van a publicar un artículo sobre la experiencia de aborto de alguien, ¿pueden ofrecer a supervisar los comentarios en las redes sociales, para que no tengan que hacerlo ellas/os? ¿Pueden brindar apoyo emocional durante y después? ¿Hay alguna forma segura de poner en contacto entre sí a las personas que contaron sus historias de aborto?  

  • Compensación  

Las personas que cuentan sus historias sobre el aborto hacen una importante labor de incidencia. Consideren cómo pueden valorar su tiempo: por ejemplo, pagándoles unos honorarios y cubriendo los gastos de viaje por hablar en un evento. Es casi seguro que la gente comparte sus historias porque les importa, ¿hay otras formas de involucrarlas más en el trabajo de su organización?  

  • Marco narrativo 

A veces, las personas que deciden contar sus historias pueden sentirse presionadas de compartir una versión «correcta» de su experiencia de aborto. Como organizaciones que comparten historias de aborto, termina siendo perjudicial intentar establecer una jerarquía entre las experiencias de las personas que abortan. Intentar presentar historias de aborto como «buenas» o «limpias», cuando la realidad es una gama diversa de emociones y experiencias. La persona que ha abortado debe controlar la narrativa. Nuestro papel es garantizar que esa persona reciba apoyo y que la información que se dé sobre el aborto sea exacta.  

Muchas personas que desean abortar buscan información en Internet, y puede que se encuentren con este contenido. Piensen en cómo pueden compartir información práctica, incluyendo líneas de ayuda para la atención al aborto y fuentes fiables de apoyo.  

Recursos útiles  

We Testify es una organización «dedicada al liderazgo y la representación de las personas que abortan». Su fundadora , Renee Bracey Sherman, es una inspiradora defensora de las personas que deciden contar sus historias de aborto, y se pronuncia sobre las intersecciones de raza y clase en el movimiento. Pueden mirar la guía que coescribió con el Programa Sea Change: «Decir aborto en voz alta».  

La IPPF tiene una guía exhaustiva sobre los mensajes sobre el aborto: «Cómo hablar del aborto», que es útil para reflexionar sobre el lenguaje, el encuadre y las imágenes visuales. Women on Web también ha elaborado recientemente un kit de herramientas sobre el aborto. Las personas que estén pensando en compartir su historia también pueden utilizar la Guía de debate «Aprovechar el poder de las historias» para prepararse.  

—  

Por Laura Hurley, Responsable de Comunicación del Fondo de Acción por el Aborto Seguro (SAAF).  

Tengan en cuenta que las imágenes de este artículo han sido cedidas amablemente por las organizaciones asociadas a SAAF Neges Mawon y Tamtang Group, pero no representan necesariamente narrativas de historias sobre el aborto.