Zimbabue va a reformar su ley sobre el aborto

Zimbabue se encuentra al borde de un momento transformador en materia de derechos reproductivos. 

La Ley de Interrupción del Embarazo (TOPA, por sus siglas en inglés) es una reliquia colonial que se ha mantenido prácticamente sin cambios desde su promulgación en 1977, antes de la independencia. 

Actualmente, la ley está siendo revisada en el Parlamento de Zimbabue y, el mes pasado, la Asamblea Nacional aprobó reformas progresistas a la TOPA en la fase de comisión, durante el debate sobre el proyecto de ley de enmienda de los servicios médicos. Estas reformas aún deben ser aprobadas antes de que los cambios se conviertan en ley, pero si esto ocurre, será un hito histórico para la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas.  

¿Qué dice la ley actual sobre el aborto en Zimbabue? 

La TOPA de Zimbabue ha creado un entorno restrictivo con circunstancias muy limitadas para la interrupción legal del embarazo. El aborto solo se permite cuando el embarazo pone en peligro la salud física o mental de la mujer o cuando el embarazo es resultado de una violación o incesto. En este último caso, es necesario que lo certifique un magistrado. 

Estas condiciones estrictas, junto con los engorrosos procesos legales y administrativos, han hecho que sea casi imposible para muchas mujeres, especialmente las de las zonas rurales y de bajos ingresos, acceder a servicios de aborto legales y seguros. 

Además, las disposiciones que permiten a los médicos negarse a proporcionar servicios de aborto (como objetores de conciencia) han creado un reto formidable, especialmente cuando se suma a la salida masiva de personal sanitario cualificado de los centros de salud públicos del país, que carecen de recursos suficientes. Estas barreras sistémicas, junto con el estigma que rodea la actividad sexual de las adolescentes y las elevadas tarifas de los servicios de salud materna, ponen en peligro la salud y el futuro de las mujeres.  

Las consecuencias de este marco restrictivo son devastadoras. Como muestra un informe de 2016 de Guttmacher, los abortos inseguros son comunes en Zimbabue y el 40 % de las mujeres que se someten a ellos sufren complicaciones, pero muchas no reciben la atención posaborto que necesitan debido al estigma, la falta de recursos y las leyes restrictivas. 

¿Cuáles son las reformas propuestas a la Ley de Interrupción del Embarazo? 

La actual revisión parlamentaria del Proyecto de Ley de Modificación de los Servicios Médicos (2024) incluye: 

  1. Ampliar los motivos para el aborto legal: Las reformas pretenden permitir el aborto a petición hasta las 12 semanas de gestación y hasta las 20 semanas en los casos en que el embarazo suponga un riesgo para la salud, el bienestar mental o la estabilidad socioeconómica de la mujer. 
  1. Simplificar el acceso a los servicios: Las reformas tienen como objetivo simplificar el acceso a los servicios reduciendo los obstáculos burocráticos y empoderando a los médicos y a las pacientes para que tomen decisiones, en lugar de exigir la aprobación de un magistrado a través de un engorroso proceso judicial. 
  1. Inclusión de las parteras: Permitir que las parteras capacitadas presten servicios de aborto, especialmente en las zonas rurales, para hacer frente a la escasez de médicos. 
  1. Reconocimiento de la autonomía de las mujeres: Hacer hincapié en el consentimiento informado como único requisito para interrumpir un embarazo, incluso en el caso de las menores embarazadas.  

Estas enmiendas se ajustan a la Constitución de Zimbabue de 2013, que establece el derecho a tomar decisiones sobre la reproducción, el derecho a la salud y la autonomía corporal, así como los compromisos internacionales contraídos en virtud del Protocolo de Maputo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  

Nos alegra ver el impacto positivo de nuestra incidencia por los derechos al aborto en Zimbabue. 

Como Instituto para el Desarrollo de las Mujeres Jóvenes (IYWD) y Consorcio de Leyes y Políticas de Salud (HLPC), estamos orgullosos de haber formado parte del movimiento que lo ha hecho posible. En 2023, con el apoyo de SAAF, pusimos en marcha una iniciativa de incidencia específica. Sabíamos que para cambiar la ley, teníamos que cambiar el discurso.  

Nuestra estrategia se basó en pruebas y en historias humanas. Creamos dos herramientas poderosas: 

Nuestro documental, «La historia detrás de la interrupción», capturó el costo humano real de la ley actual, compartiendo las experiencias de mujeres y niñas de nuestras comunidades en Chimanimani, Mutare y Epworth. Hizo que la crisis abstracta fuera innegablemente real para los responsables políticos.

Un documento de posición sobre el aborto seguro proporcionó a los responsables de la toma de decisiones un documento riguroso y basado en pruebas que presentaba argumentos claros a favor de la reforma. Utilizamos este documento directamente en reuniones con miembros del Parlamento, líderes comunitarios y funcionarios de salud para fomentar un diálogo informado. 

Aún queda trabajo por hacer para aprovechar los logros alcanzados.  

Aunque las reformas propuestas representan un avance significativo, se requieren más esfuerzos para garantizar el acceso universal a los servicios de aborto seguro en Zimbabue.  

Por ejemplo, el estigma y la desinformación sobre el aborto siguen estando muy extendidos. Los esfuerzos de educación pública deben centrarse en normalizar el aborto como un servicio de salud y disipar los mitos dañinos. También necesitamos sistemas de salud fortalecidos, con inversiones para equipar a los centros de salud con los recursos necesarios, incluido personal capacitado y medicamentos esenciales, especialmente en las zonas rurales.  

Deben establecerse políticas para garantizar que la objeción de conciencia de los proveedores de servicios de salud no impida el acceso a los servicios, y queremos que se establezcan sistemas sólidos de supervisión y rendición de cuentas para hacer un seguimiento de la aplicación de la nueva ley y garantizar que se respeten los derechos de las mujeres. 

Nuestra esperanza de cara al futuro. 

Las reformas de la Ley de Interrupción del Embarazo de Zimbabue representan una oportunidad crucial para promover la justicia reproductiva y salvar vidas.  

Si bien esta reforma supone un avance monumental, aún queda mucho por hacer para que el aborto seguro sea una realidad para todas las mujeres y niñas de Zimbabue. El proyecto de ley, que ahora incorpora las enmiendas progresistas mencionadas anteriormente, se ha remitido a la Comisión Jurídica del Parlamento para que realice una revisión final de su constitucionalidad antes de volver a la Cámara para su aprobación. Una vez aprobado, se remitirá al Senado para otro debate y, si se aprueba, se esperará el consentimiento presidencial para que se convierta en ley. 

Seguiremos informando, influyendo y supervisando la evolución del proyecto de ley. En concreto, el IYWD y el HLPC seguirán aplicando una estrategia múltiple, involucrando a las mujeres y las niñas para que influyan en sus diputados, celebrando reuniones discretas de incidencia con los senadores y involucrando a los líderes tradicionales para que se sumen a la importancia de las reformas propuestas para las mujeres y las niñas. 

Tenemos la esperanza de que en el futuro se hagan plenamente realidad los derechos de las zimbabuenses al aborto seguro.  


Por Ashley Maponga, Instituto para el Desarrollo de las Mujeres Jóvenes (IYWD) y Dorcas Tatenda Chitiyo, Consorcio de Derecho y Política Sanitaria (HLPC): estas dos organizaciones forman la coalición financiada por SAAF «Zi-Safe».