En octubre de 2023, el Ministerio de Sanidad de Georgia introdujo nuevas restricciones al acceso a los servicios de aborto en el país. Esta sorprendente medida no se tomó en consulta con ningún experto en salud y ya ha provocado una serie de dificultades para quienes buscan servicios de aborto.
Aunque oficialmente el aborto se puede solicitar hasta las 12 semanas de embarazo, estas nuevas enmiendas introducen obstáculos adicionales al procedimiento. Estos requisitos obligatorios entran en conflicto con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre todo en lo que respecta al asesoramiento previo al aborto.
Las personas que desean abortar se ven obligadas a someterse a un periodo de espera obligatorio de cinco días.
Siempre ha sido así, pero ahora se ha suprimido incluso la flexibilidad de reducir el periodo de espera a tres días para los embarazos de más de 12 semanas de gestación.
La OMS desaconseja la imposición de periodos de espera obligatorios para la atención al aborto. Las pruebas demuestran que tales medidas retrasan el acceso al aborto y pueden aumentar la carga logística y económica de quienes buscan atención médica, a veces hasta el punto de que el aborto se hace inalcanzable. No hay ninguna razón médica para obligar a las mujeres a esperar para abortar, y de hecho menoscaba su autonomía para tomar una decisión sobre su propio embarazo.
Por eso nos sorprendió que el Ministerio de Sanidad anunciara que ahora las pacientes que deseen abortar deben entrevistarse primero con un asistente social, un psicólogo y un ginecólogo-obstetra.
Las que deseen abortar también deberán someterse a más de una ecografía obligatoria.
Una vez más, esto va en contra del consejo de los expertos. La OMS desaconseja el uso de la ecografía como requisito previo para prestar servicios de aborto, señalando que «no es necesaria desde un punto de vista clínico».
Las pacientes están obligadas a hacerse una ecografía en su primera visita a una clínica para determinar el periodo de gestación. Y ahora también es obligatorio hacerse una segunda ecografía tras el periodo de espera de cinco días. Este paso adicional contribuye, a un aumento general de los costes del servicio. También es una pérdida de tiempo para la paciente, y no es médicamente necesario.
El Aborto con medicamentos ahora sólo puede realizarse en un tipo específico de centro médico.
El aborto sólo puede practicarse en un centro médico de hospitalización por un ginecólogo-obstetra titulado. Esto limita los lugares donde se puede practicar el aborto, pero también quienes pueden practicarlo. Estos centros válidos se encuentran principalmente en las ciudades, por lo que esto afecta especialmente a quienes viven en zonas rurales.
Si el médico incumple el periodo de espera obligatorio de cinco días, eso puede costarle la licencia. Si la prescripción de medicamentos abortivos la hace cualquiera que no sea ginecólogo-obstetra y/o especialista en reproducción, puede calificarse de acto delictivo.
Es comprensible que, con estas nuevas complejidades, algunos médicos duden en prestar sus servicios debido a la incertidumbre.
Seguimos haciendo todo lo posible para apoyar a las personas que buscan servicios de aborto seguro en Georgia.
Trabajamos con varias comunidades que ya están desatendidas en lo que se refiere a la atención al aborto. Serán las más expuestas a estas barreras adicionales. La gente ya nos ha dicho que los psicólogos les hacen preguntas estigmatizantes sobre la posibilidad de abortar, por ejemplo: «¿No crees que con el tiempo te arrepentirás?». Dadas estas condiciones, nuestra atención se centra ahora en desarrollar un grupo formado de trabajadores sociales y psicólogos equipados para proporcionar un asesoramiento adecuado. Pretendemos negociar con las clínicas para reducir los costes de las ecografías secundarias y los servicios de psicólogos, ofreciéndoles nuestro apoyo de forma gratuita.
También participamos activamente en la incidencia para eliminar estos requisitos punitivos. Nos complace que las organizaciones de la sociedad civil y las asociaciones profesionales también manifiesten su oposición a estas enmiendas. Estamos al lado de toda la Coalición Nacional de Salud Reproductiva en la lucha por un acceso más justo a la atención al aborto.
Por Medea Khmelidze, Directora de Programas de Real People Real Vision, organización financiada por SAAF en Georgia.