El Centro Internacional de Salud Reproductiva de Mozambique (ICRH-M) se creó en 2009 para la promoción de los derechos sexuales y reproductivos en Mozambique. Desde 2020, la SAAF financia el trabajo de ICRH-M para aumentar el acceso a los servicios de anticoncepción y aborto seguro.
Desde que comenzó su trabajo financiado por SAAF, ICRH-M ha apoyado a más de 3000 personas a acceder servicios de aborto y atención postaborto.
Natacha – Directora de Programas
La ley por sí sola no ayuda a la gente a conseguir abortos seguros. La información sobre la ley no llega a la comunidad, no llega a la gente. Por tanto, necesitamos actuar, necesitamos personas valientes que quieran hablar de ello. Aunque éramos tímidos cuando empezamos, nos dimos cuenta de que se abría un espacio, que se salvaron vidas, y cada vez nos sentimos más cómodos.
Este trabajo sobre el aborto seguro ha sido un gran éxito. Debemos seguir abriendo espacios, dando oportunidades a las mujeres para que tomen sus propias decisiones sobre sus vidas y sus cuerpos. Es una ventana abierta de oportunidades, la posibilidad de que la gente sueñe, de que sea libre.
Victoria – Consejera de Programas
Perdí a una prima por un aborto inseguro. Fue a la comunidad y allí encontró a una enfermera que le insertó no sé qué, en aquella época lo habitual era un producto de potasio. Lo insertó, esperó y se quedó en casa mientras se producía el aborto. Cuando llegó al hospital, el útero estaba completamente podrido. Yo la operé, pero ella perdió la vida allí mismo, en el quirófano. La infección ya se había extendido, no había forma de salvarla.
Así que agradezco la iniciativa de SAAF de apoyar este proyecto, que realmente está ayudando a salvar vidas. Ya no tenemos muchas complicaciones por abortos inseguros. Este trabajo está ayudando mucho.
Sonia – Consejera de Programas
Trabajamos con la comunidad. Porque si la comunidad no es consciente de los riesgos del aborto inseguro, entonces tendremos una escasa adhesión a los servicios del centro de salud.
Cuando se produce un aborto inseguro, hay varias personas implicadas. Por ejemplo, tenemos a las comadronas tradicionales y a quienes practican la medicina tradicional. Y las incorporamos a nuestras reuniones para mostrarles las consecuencias del aborto inseguro. Es un proceso, el cambio no se da de hoy para mañana, es un proceso que va surtiendo efecto gradualmente.
Sin duda hemos visto una reducción de las muertes por abortos inseguros. También se ha reducido drásticamente el número de casos de aborto inseguro en nuestros centros de ejecución, gracias a todas estas intervenciones.
Jaime – Coordinador Provincial
Nos enfrentamos al problema de la objeción de conciencia cuando se trata de proveedores médicos que se niegan a prestar servicios de aborto. Es un problema especialmente al más alto nivel, con quienes tienen poder para influir en otras personas. A veces, se produce toda una cadena de objetores de conciencia, pero no se sabe ni si es porque realmente tienen una objeción moral o sólo porque siguen a un superior del que dependen.
Es una cuestión realmente importante de observar y vigilar. Porque si alguien niega el servicio de aborto a una mujer, ella puede pasar a buscar un aborto inseguro.
Tenemos un proceso que empieza por aclarar los valores. Durante las capacitaciones, explicamos a los objetores los procedimientos que deben seguir por ley. Todo lo que implica acciones preparatorias antes del procedimiento, ellos lo realizan. Poco a poco, algunas personas han cambiado y son ellas las que aceptan a las pacientes y las derivan a otros profesionales para que les ayuden. A veces se dan cuenta de que lo que para ellos era una objeción no es realmente una objeción de conciencia. Entonces pasan a prestar los servicios también.
ICRH-M es una organización financiada por SAAF.