May – Voluntaria y presentadora de podcast
No había oído hablar de Tamtang hasta que tuve un aborto hace cuatro años.
Cuando me enteré de que estaba embarazada no tenía ni idea de con quién hablar. Al final les conté a mis dos mejores amigas que estaba embarazada y me dijeron que parara de hablar. No querían saber nada más; les preocupaba que estar relacionadas con el aborto pudiera afectar a su éxito por el «pecado de asociación».
Así que probé Google y no me ayudó mucho. Recordé que había visto a alguien tuitear sobre Tamtang y que daba información sobre una clínica que no estaba demasiado lejos de mi casa. Acabé yendo y volviendo sola.
Casi un año después, una de mis amigas me envió información sobre un taller que organizaba Tamtang para personas que habían abortado. Al principio no estaba segura de ir, pero luego pensé: ¿por qué tengo que mantener esto en secreto? ¿Por qué no puedo hablar con nadie de mi experiencia? Me alegro de haber ido. Desbloqueó muchos sentimientos y conseguí superar mis miedos a hablar de mi aborto.
En aquel momento, la ley del aborto estaba a punto de cambiar y mucha gente hablaba de ello.
Empecé a tuitear a favor del aborto legal y recibí algunos comentarios de odio. Con el tiempo, compartí mi propia experiencia públicamente en las redes sociales porque la gente me cuestionaba y yo quería poder decir: «Lo sé, porque lo he vivido en primera persona».
Cuando mi historia se hizo viral, hablé con Chompoo sobre la idea de crear un podcast sobre el aborto. Recibía muchos mensajes directos de personas que me decían que habían abortado, pero que no sabían con quién hablar ni cómo afrontarlo. Recibí muchos comentarios de odio, que me decían que era una asesina, pero también había gente que me daba las gracias por contar mi historia, ya que ellos se enfrentaban a situaciones y sentimientos similares. Así que supe que era importante mantener la conversación.
Empecé el podcast hace un par de años y ya tenemos casi 100 episodios.
En uno de los episodios hablamos con una periodista bastante famosa que había abortado. Hablamos de por qué sentíamos que teníamos que mantener nuestros abortos en secreto, de lo que la sociedad nos hace. Creo que es muy fuerte oír a una persona famosa como ella hablar en voz alta sobre haber abortado. Es como si estuviera orgullosa de haber tomado una decisión por sí misma. Tiene éxito y es guapa, y la miro y me resulta más fácil hablar de mi historia. Intento mostrar a la gente que estoy bien y que aún puedo tener éxito y conseguir lo que quiero.
Es muy emotivo recordar el día en que cambió la ley.
Fui al parlamento y compartí mi experiencia y he trabajado con Tamtang para presionar a los políticos. Me sentí orgullosa de formar parte del progreso.
Aún recuerdo lo sola que me sentía cuando aborté. Tenía muchos amigos pero no podía llamar a nadie. Ese momento me hizo sentir que tal vez alguien en mi situación podría tenerlo un poco más fácil ahora.
Todavía me gustaría que el aborto se despenalizara por completo.
Debería ser lo más fácil y seguro posible. Me gustaría que la gente pudiera hablar de abortar como si fuera cualquier otra cosa. Y que cualquiera que intente tomar una decisión sobre el embarazo sepa dónde acudir y con quién hablar.
Sé que hay mucha gente trabajando en este tema, pero nunca me parece suficiente: cómo podemos tener sólo unos pocos grupos trabajando en algo que afecta a tanta gente. Le puede pasar a cualquiera; nunca pensé que me encontraría en esa situación, pero en realidad es muy común.