Me llamo Lidia Castillo, tengo 47 años y soy una de las integrantes más antiguas de REDMYH.
Era solo una adolescente cuando me quedé embarazada a los 16 años. Tengo un hijo que ahora tiene 30 años, así que sé lo complicado que es ser madre cuando no estás preparada y no eres consciente de todo lo que ello implica.
Después de tener a mi hijo, volví a quedar embarazada, pero esta vez conté con el apoyo de una amiga.
Esto fue alrededor del año 2000, y el aborto aún no estaba despenalizado en la Ciudad de México. Así que tuve la experiencia de someterme a un aborto clandestino y fue un evento un poco traumático.
Sin embargo, me dio la oportunidad de tomar otras decisiones en mi vida. Y creo que eso es lo que me ha acercado al trabajo que hago para garantizar que las mujeres y las jóvenes tengan la posibilidad de elegir qué tipo de vida quieren tener. No debería ser que los planes de vida de alguien se vean comprometidos por una maternidad forzada porque carecen de acceso a los anticonceptivos, a información o a servicios seguros de aborto.
Así que he tenido la oportunidad de ver el aborto desde dos perspectivas: desde la de una chava de 16 años a la que le hubiera encantado tener la información y la posibilidad, pero también desde la de tenerlo como opción.
Brindar apoyo en materia de aborto es algo que me llena enormemente.
Creo que, más que solo brindar información, lo que estamos dando es la posibilidad de que las chicas tomen sus propias decisiones informadas y libres.
Eso es lo que me atrajo a este trabajo, pero también es lo que me mantiene aquí. Aunque es complicado y a veces un poco agotador, también es algo muy gratificante y satisfactorio. Es un trabajo que permite y hace posibles muchas cosas en la vida de las personas. Especialmente habiendo tenido yo misma una experiencia similar, puede ser muy emotivo recibir mensajes de personas a las que hemos apoyado diciendo cosas como «Ahora me siento bien, me hice la ecografía y todo está bien». No es solo un trabajo, es algo que te nutre como persona.
Creo que ahora hay mucha más apertura que cuando yo era adolescente.
Siento cierta esperanza cuando veo que hay más generosidad, apertura y flexibilidad en la nueva generación. Creo en la libertad de todas las personas para elegir libremente con quién establecer relaciones y si tener hijos o no.
Espero que, en algún momento, todo el mundo vea el aborto como lo que es: una decisión y un proceso que cualquiera puede decidir con información. La alternativa de la maternidad impuesta es muy triste, tanto para los niños que llegan a un mundo en el que no son bienvenidos como para las mujeres que ven afectados su proyecto de vida.
Entrevista con Lidia Castillo, Coordinador en Quintana Roo para de REDMYH, organización asociada a SAAF en México.




