Por Manodiversa, Bolivia
Hablar del acceso de los hombres trans al aborto era un tema casi invisible y no abordado hasta hace unos años. Con el financiamiento de SAAF, Manodiversa, comenzó a trabajar y generar evidencia sobre el tema desde el año 2020. Como comunidad estamos construyendo términos como «hombres trans con capacidad de gestar», «cuerpos gestantes» y «personas con capacidad de gestar» para incluir a quienes pueden necesitar acceso a lo que tradicionalmente se ha llamado «atención sanitaria para mujeres». Hablar de abortos en estos cuerpos es una cuestión que aún no se ha abordado del todo en el movimiento LGBTQ+ y también en el movimiento por el derecho al aborto seguro, pero es una cuestión necesaria para garantizar el acceso a los derechos sexuales y reproductivos y a la salud sexual y reproductiva de todas las personas.
Actualmente es muy difícil hablar del aborto para los hombres trans, porque en el imaginario público los hombres trans no pueden quedar embarazados.
Para Wara un hombre trans indígena es este mismo imaginario público el que ejerce violencia sobre los cuerpos de las personas trans cuando acceden a los servicios sanitarios, no sólo cuando están embarazados, sino también cuando van al ginecólogo y a otros servicios sanitarios. Los cuerpos trans son violentados, ya que el personal sanitario desconoce las realidades trans.
Lamentablemente, hay mucha violencia en torno a los embarazos de personas transgénero aquí en Bolivia, y aún peor cuando se trata del aborto. Hemos conocido casos de jóvenes transgénero que han quedado embarazados y sus padres no les han dejado salir de casa para abortar, porque creían que si daban a luz se convertirían en «mujeres de verdad». Los jóvenes trans no acuden a un centro de salud, aunque sea para una interrupción del embarazo legalmente permitida (por ejemplo, por violación), porque el personal sanitario las discrimina.
Las leyes y políticas de Bolivia también discriminan a las personas trans.
Aunque existe el derecho a que se reconozca legalmente la identidad de género, compite con otros derechos, como el acceso al aborto legal, porque la ley sólo está hecha para las mujeres. A algunas personas, cuya partida de nacimiento muestra que son hombres, se les niega el derecho a la interrupción legal del embarazo, porque la ley sólo habla de «mujeres». Esto afecta a los planes de vida y a la salud mental de las personas transgénero, que a menudo se ven obligados a continuar con los embarazos y a dar a luz.
Recientemente hemos llevado a cabo un estudio – «El aborto en mujeres bisexuales, lesbianas y hombres trans en Bolivia» – entrevistando a personas de 10 ciudades de Bolivia.
En colaboración con el investigador Gerardo Camacho, descubrimos que:
- El 61% de las participantes en la encuesta han tenido embarazos que han acabado en aborto o aborto involuntario.
- Los hombres transgénero son el segmento de la población que más a menudo se encuentran solos cuando abortan, sin ningún apoyo que acompañe el proceso.
- Los hombres trans son reacios a acceder a los servicios y a las herramientas de prevención de los embarazos no deseados, y una de las razones es que algunos métodos anticonceptivos están hechos con hormonas femeninas.
- Las mayores barreras para acceder al aborto se dan en el caso de los hombres trans: muchos padres trans se vieron forzados a tener hijos, al ser presionados por sus familias.
La invisibilidad de los hombres transexuales en el movimiento por el derecho al aborto es realmente alta.
El tema del aborto diverso no se trabaja, y urgen acciones para responder a las necesidades de los hombres transexuales y otras personas con capacidad de gestar.
Nuestra investigación nos ha demostrado que es muy importante hacer visible la realidad trans. Hacer saber que las personas trans existen, que los hombres trans también abortan, que hay personas trans masculinas que tienen útero, que no están en terapia hormonal sustitutiva, y que hay hombres trans que son trabajadores sexuales. Podemos encontrarnos en una situación de vulnerabilidad ante la violencia sexual, o ante nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, por ser hombres trans y no poder acceder con seguridad a un servicio sanitario.
Lea más sobre la investigación de Manodiversa en este artículo.