Natalia Pineda – Directora de Si Mujer

Si Mujer fue fundada en 1984 y yo he sido la directora desde hace 12 años. Siempre he estado cerca de Si Mujer porque mi madre fue la fundadora y yo solía ser voluntaria aquí cuando era adolescente.

Mi madre, María Ladi Londoño, fundó Si mujer con un  grupo de personas. Ella es psicóloga, sexóloga y feminista y vio que las mujeres no tenían acceso a la atención que necesitaban cuando se enfrentaban a problemase salud sexual o  reproductiva  o de violencia sexual. Tanto si se trataba de acceder a  anticoncepción como al  tratamiento de un aborto incompleto, muchas de las mujeres eran maltratadas por los médicos,  que en su mayoría eran hombres y tenían una forma muy patriarcal de prestar servicios de salud. Si Mujer es una organización feminista y se fundó para que las mujeres pudieran acceder a una atención integral de salud sexual y reproductiva con una perspectiva feminista.

Si mujer  fue una organización pionera cuando se fundó y seguimos siendo la única clínica feminista de Colombia. Fuimos las primeras  en prestar  servicios integrales a mujeres sobrevivientes de violencia sexual en la región suroccidental  de Colombia. Nuestro trabajo en SDSR, en temas de género y en el tratamiento del aborto incompleto hizo que durante una época tuviéramos muchos ataques. En los años 90, nuestra sede fue allanada varias veces porque algunas personas no estaban de acuerdo con lo que hacíamos. Obviamente, estas redadas no tuvieron ninguna consecuencia legal, porque no estábamos haciendo nada malo, pero era una forma de intentar asustar a nuestro personal y presionarnos para cerrar El contexto en Colombia ha cambiado mucho, pero fue una lucha muy difícil durante muchos años.

Como organización feminista, tenemos un modelo de servicios en el que las mujeres están en el centro.

Por ejemplo,le damos a las mujeres la posibilidad de elegir el método que quieren para terminar el embarazo,  a diferencia de otros lugares donde no pueden elegir si quieren un aborto con medicamentos o un aborto quirúrgico. En otros sitios, el personal de salud   prescribe el aborto con medicamentos hasta las nueve semanas porque es más sencillo para ellos. No tienen en cuenta lo que la mujer quiere o necesita. Lo mismo ocurre con la provisión de anticonceptivos; en muchos lugares sólo proporcionan implantes porque duran varios años y son más económicos.Nosotros ayudamos a las mujeres a decidir qué tipo de anticoncepción quieren según sus necesidades. Eso no debería ser feminista, debería ser la forma en que se presta la atención en salud ,  pero desafortunadamente no lo es. 

Parte de lo que hace que nuestra clínica sea feminista son los pequeños detalles. Tenemos sillas de masaje para que las mujeres las usen cuando esperan y después de un procedimiento. También les damos mandalas para colorear y les ofrecemos bebidas calientes y galletas.  Mucha gente nos dice que Si Mujer no parece una clínica, porque tenemos afiches, obras de arte, plantas y esculturas. Nos gusta que nuestra sede sea acogedora, un lugar donde las mujeres y los/las jóvenes puedan sentirse seguros y comprendidos.

Tenemos una escala de costos variable, para que cualquiera pueda acceder a los servicios de SDSR, incluido el aborto, independientemente de sus recursos. Si por algún motivo no podemos practicar un aborto, remitimos y le hacemos seguimiento a la mujer hasta que pueda acceder al mismo. La psicóloga la llama, identifica las barreras y con el apoyo de las autoridades de salud locales y departamentales, se trabaja hasta que se le garantiza su derecho.

La parte más gratificante de mi trabajo es saber que estamos ayudando a las mujeres a cambiar sus vidas y hemos tenido un gran impacto en los/las jóvenes.

Atelier pour jeunes Si Taller de jóvenes de Si Mujer

Hay jóvenes que empezaron con nosotras cuando tenían 14 años, y  que gracias al proceso que tuvieron en Si Mujer, son la primera generación de su familia en acceder a la educación superior. Denuestro primer grupo tenemos seis jóvenes que están a punto de terminar sus estudios universitarios y son activistas en sus comunidades trabajando en todo tipo de temas. Es muy gratificante ver cómo se han convertido en líderes en sus comunidades y ver el impacto que nuestro trabajo ha tenido en sus vidas.