Gabriela Enriquez – Joven líder, Si Mujer

Tengo 20 años y actualmente estudio filosofía en la Universidad del Valle. Estoy  en Si Mujer desde los 15 años y me ha ayudado a crecer mucho como persona.

En la escuela no recibimos una buena educación sexual.

Cuando me uní a Si Mujer, encontré un espacio para que los jóvenes nos reuniéramos y compartiéramos nuestras preocupaciones, donde todos creciéramos y aprendiéramos. Cuando conocí a las otras jóvenes que participaban, me parecieron muy seguras en comparación con cómo me veía yo como mujer. Por ejemplo, ellas iban solas al centro comercial, pero yo siempre iba con mi pareja porque tenía miedo. Cuando llegué a este espacio, pude entender que como mujer no era diferente de un hombre. No tenía que sentir esa dependencia emocional para sentirme completa y, no tenía que tener una pareja para sentirme mujer. Esta nueva forma de pensar cambió mi vida por completo y me hizo crecer como persona.

Cuando empecé en Si Mujer era muy tímida. No me considero buena para hablar en público y cuando lo hacía me temblaban las manos. Lo primero que hice fue una campaña en una escuela y estaba muy nerviosa. Me sentía más pequeña que los otros estudiantes, algunos eran mayores que yo, y realmente no sabía cómo iniciar una conversación sin sentir que estaba molestando. Pero la formación y las herramientas que me han dado me han ayudado a comunicarme mejor. 

Cuando la gente acude a ti en busca de consejo o información, lo primero que haces es ofrecer empatía, luego escucharlos mucho y acompañarlos a Si Mujer si lo necesitan. 

Antes de la formación no entendía nada sobre el aborto y para mí era algo malo, porque es una expresión común decir que el aborto es como un asesinato. Pero cuando me enteré de lo que es realmente, me sentí diferente. En primer lugar, me di cuenta de que la ley no es tan restrictiva como yo pensaba y aprendimos que la salud no es sólo un estado físico, sino que incluye el bienestar emocional y social de las personas. 

Empezar a ver todas estas cosas me hizo ser más empática, el hecho de que una mujer aborte no significa que sea una mala persona.

En mi vida veo barreras en otros servicios de salud reproductiva, no sólo con relación al aborto. Hace poco estaba pensando en hacerme una esterilización y lo primero que me dijo el médico fue: «Si no tienes un hijo no puedes hacértela». Pero si ya tengo el número de hijos que quiero tener, que es cero, ¿por qué tengo que esperar?